El suroeste de Islandia enfrenta nuevamente una amenaza volcánica, con un nuevo episodio de erupción apenas semanas después del evento previo.
El Comisionado Nacional de Policía ha ordenado la evacuación inmediata de Grindavík, un pueblo pesquero que ya fue evacuado en noviembre, debido a la apertura de fisuras volcánicas en las carreteras locales.
Tras la erupción, la policía ha elevado el nivel de alerta, implementando medidas de seguridad, incluyendo la movilización de un helicóptero de la Guardia Costera islandesa para monitorear la situación. La Oficina Meteorológica había informado previamente sobre un terremoto horas antes del evento.
Grindavík, situado a unos 70 kilómetros al suroeste de Reykjavík, la capital de Islandia, alberga la famosa Laguna Azul. Esta ciudad fue evacuada anteriormente debido a una erupción dramática que atrajo la atención internacional. La orden actual de evacuación se espera que esté vigente durante las próximas tres semanas, con excepciones limitadas para asuntos oficiales y rescate de objetos de valor.
La Agencia de Protección Civil del país emitió un comunicado, respaldado por la Oficina Meteorológica, indicando que las fisuras volcánicas representan un riesgo significativamente mayor en comparación con la evaluación anterior. La magnitud del magma actual ha alcanzado niveles similares a la erupción anterior en diciembre, pero con la posibilidad de una migración más al sur, amenazando la ciudad de Grindavík.
Esta situación crítica sigue a un estado de emergencia declarado en noviembre y destaca la continua actividad sísmica en la región. Las autoridades instan a la población a seguir las medidas de seguridad y permanecer alerta ante posibles actualizaciones.