Carnicerías locales bajo amenaza; se usan rastros clandestinos y transporte robado para distribuir carne robada
En Guanajuato se han identificado al menos dos modalidades de extorsión por parte de grupos criminales que obligan a carniceros a vender carne robada, denunció Rocío Cervantes Barba, presidenta de la Comisión de Desarrollo Rural y Fomento Agropecuario en el Congreso del Estado.
La primera modalidad consiste en el robo de camiones que transportan animales vivos —sobre todo cerdos—, los cuales luego son llevados a rastros clandestinos para su sacrificio sin respetar normas sanitarias. La carne resultante es distribuida a pequeñas carnicerías, cuyos dueños son coaccionados bajo amenazas para comercializarla. En los municipios afectados por esta práctica figuran Abasolo, Huanímaro, Cuerámaro, Pueblo Nuevo y Valle de Santiago.
La segunda modalidad implica que los delincuentes robaban carnicerías o camiones con carne ya procesada, la dejaban “empeñada” en carnicerías de barrio, y exigían que los comerciantes la vendieran bajo amenaza, así como les reclaman las ganancias.
Como ejemplo operacional, el 10 de octubre de 2025, la FSPE (Fuerzas de Seguridad Pública del Estado) recuperó un tractocamión robado en Apaseo el Grande que transportaba carne para hamburguesas, valuada en varios millones de pesos. Asimismo, en Abasolo se aseguró otro camión con 140 cerdos vivosp con valor aproximado estimado en más de 654 mil pesos, junto con animales descargados en un predio tipo granja clandestino. Se detuvo a al menos dos personas: Carlos Alejandro “N” y Víctor Ignacio “N”.
Las autoridades estatales han confirmado los hechos y han iniciado investigaciones. Se abrió una coordinación operativa con la Guardia Nacional para atender estos ilícitos, y se tienen registradas al menos 139 carpetas de investigación vinculadas al robo y extorsión en el sector ganadero y comercial cárnico en Guanajuato.
Esta situación ha generado denuncias de los carniceros y productores de animales, quienes señalan que además del daño económico, hay riesgos para la salud pública por el sacrificio ilegal, la manipulación sin controles sanitarios y la distribución de productos sin trazabilidad.