Unos mil 800 trabajadores se irán a paro técnico
Este fin de semana, imágenes de la última Tiguan ensamblada en la planta de Volkswagen Puebla se hicieron virales, marcando el fin de una era para este emblemático modelo. Como es tradición en la fábrica ubicada en Cuautlancingo, los trabajadores despidieron al vehículo con flores y mensajes cargados de emoción, una costumbre que refleja el orgullo de los obreros por su trabajo.
El fin de la producción de la Tiguan no fue una sorpresa. Desde mayo de este año, Volkswagen y fuentes internas de la industria automotriz anticiparon este cambio. La Tiguan será reemplazada por la nueva SUV Tayron, una decisión estratégica que llevó a programar un paro técnico en la planta.
Impacto del paro técnico
El paro técnico comenzó el 17 de noviembre y afecta directamente a unos 1,800 colaboradores responsables del ensamblaje de la Tiguan. Este proceso, previsto en los contratos laborales, se implementa de manera escalonada e implica un descanso obligatorio con una reducción temporal en los ingresos de los trabajadores. Además, se prioriza que los empleados con días de vacaciones pendientes los utilicen durante este periodo.
La suspensión temporal de actividades responde a ajustes necesarios para la transición hacia la producción de nuevos modelos, alineándose con los principios de la Ley Federal del Trabajo, que regula este tipo de situaciones en casos de fuerza mayor.
Producción actual en Volkswagen Puebla
Hasta antes de este cambio, la planta de Volkswagen Puebla ensamblaba tres modelos: el Jetta, la SUV Taos y la Tiguan. Con el cese de esta última, la planta, considerada la más grande del país y la segunda fuera de Alemania, reafirma su posición como un pilar de la industria automotriz al abastecer tanto al mercado local como a diversos países.
Un nuevo capítulo en la historia de Volkswagen Puebla
Con el inicio de la producción de la Tayron, Volkswagen Puebla demuestra su capacidad de adaptación y su compromiso con la innovación en un mercado altamente competitivo. La transición, aunque desafiante, refuerza el liderazgo de México en la industria automotriz y marca el comienzo de un nuevo capítulo para la planta y sus colaboradores.