Presionada por el componente no subyacente (de agropecuarios y energéticos) la tasa de inflación en México aceleró a 4.63% durante la primera mitad de abril del 2024.
Aunque los niveles de inflación en México se han mantenido relativamente estables durante el 2024, recientes datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que el proceso de desinflación no será lineal.
En la primera quincena de abril del 2024, la tasa de inflación interanual alcanzó un 4.63% a nivel nacional, un incremento respecto a períodos anteriores. Este aumento se atribuye principalmente a las presiones en el componente no subyacente del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), con especial énfasis en el encarecimiento de frutas y verduras. Este incremento en precios se debe a una combinación de factores estacionales, naturales y de demanda.
Los especialistas e instituciones financieras advierten que es poco probable que la inflación alcance el objetivo del 3% +/- un punto porcentual establecido por el Banco de México para el 2024. Estas proyecciones indican que el proceso de desinflación podría ser más complicado de lo previsto.
El Banco de México y otras autoridades económicas continúan monitoreando de cerca las tendencias inflacionarias y tomando medidas para mantener la estabilidad económica del país. Se espera que las autoridades ajusten la política monetaria según sea necesario para abordar las fluctuaciones de precios y estabilizar la economía nacional.