El sector se ubica como el segundo motor económico del estado, detrás de la industria automotriz.
En los últimos diez años, Tehuacán, Teziutlán y San Martín Texmelucan han presenciado un notable reposicionamiento en la industria de la mezclilla, gracias a la modernización de maquinaria. Este avance ha llevado a la recuperación de clientes de marcas internacionales, para las cuales proveían productos terminados desde la última década del siglo pasado, a excepción del etiquetado, realizado en Estados Unidos.
Jorge Moreno Rojas, líder de la Cámara de la Industria Textil (Citex) en la delegación Puebla-Tlaxcala, señaló que las 20 fábricas que persisten lo hacen gracias a contratos con firmas mundiales, maquilando una parte significativa de su producción. Estas fábricas abarcan todo el proceso de la mezclilla, desde teñido y tejido hasta la confección de prendas, lo que ha llevado a las marcas a optar por ellos como fabricantes directos.
Con plantillas que oscilan entre 150 y 300 empleados, estas fábricas responden a la alta demanda estacional, especialmente en invierno, donde la resistencia de la mezclilla a bajas temperaturas impulsa la compra de prendas con este material.
Aunque México solía representar el 80% de la producción mundial de mezclilla, ha experimentado una disminución debido a la descentralización de la maquila en otros países. Las marcas optan por distribuir la producción, considerando a Puebla como un proveedor clave. La industria entendió la necesidad de modernizarse después de la década de los 90 para permanecer competitiva y ha logrado reposicionarse exitosamente con firmas estadounidenses en los últimos 15 años.