Cada 10 días ingresa al país un buque con hidrocarburos con datos falsos sobre la carga para evadir los impuestos, lo que se conoce como huachicoleo fiscal
A las 07:23 horas del miércoles arribó al puerto de Tampico el buque tanque Challenge Procyon, procedente de Beaumont, Texas, con 10 millones de litros de diésel a bordo. Aunque la embarcación declaró transportar aditivos para lubricantes, el combustible fue descargado en camiones cisterna que harían base en una empresa de fletes cercana a la carretera Camino Antiguo a Medrano, para su posterior distribución en 18 estados del país.
Una vez descargado y resguardado el combustible, fuerzas de seguridad federales ejecutaron una operación en la que aseguraron tanto al buque Challenge Procyon —perteneciente a la naviera Altamarítima— como los 10 millones de litros de diésel almacenados.
Investigaciones de inteligencia revelan que el Challenge Procyon ingresó legalmente al país, pero con una declaración falsa sobre su carga. Este caso forma parte de un patrón detectado: buques que cada 10 días ingresan hidrocarburos sin pagar impuestos, en lo que autoridades han denominado como “huachicoleo fiscal”.
Fuentes federales aseguran que esta red de contrabando involucra a dueños de gasolineras, transportistas y trabajadores portuarios. El combustible, de baja calidad y sin demanda en EE.UU., se comercializa en México a precio de mercado, causando daños a motores y pérdidas fiscales estimadas en más de 525 mil millones de pesos anuales.
Según datos de la Secretaría de Marina, en 2023 arribaron a México 4,034 embarcaciones petroleras, 276 de ellas al puerto de Tampico. Expertos calculan que cerca del 70% del combustible que entra al país lo hace por puertos cercanos a EE.UU.
El Challenge Procyon, construido en Japón en 2011 y con bandera de Singapur, ha sido víctima de al menos tres asaltos previos en rutas internacionales. Hoy se encuentra bajo resguardo de las autoridades mexicanas como parte de las nuevas estrategias contra el contrabando de hidrocarburos.