El cártel de la Familia Michoacana había estado obligando a las pequeñas tiendas y vendedores del mercado a comprar pollo a casi el doble del precio normal.
Los fiscales del Estado de México han concluido una investigación de un mes que revela prácticas ilegales del cártel de la Familia Michoacana en el mercado de Toluca. Durante esta investigación, se descubrió que el cártel obligaba a las pequeñas tiendas y vendedores del mercado a comprar pollo a precios exorbitantes, casi el doble del precio normal.
Para empeorar las cosas, los resultados de las pruebas realizadas el lunes en un almacén controlado por el cártel revelaron la presencia de aditivos potencialmente cancerígenos en el pollo. Entre estos aditivos se encontraban el tartrato de potasio y sodio, lo que ha generado preocupación por la seguridad alimentaria y la salud pública.
Los fiscales estatales han afirmado que continúan con las investigaciones sobre dos bodegas incautadas el 27 de marzo en Toluca, sospechosas de estar vinculadas con extorsión y delitos contra el consumidor. El informe concluye enfáticamente que los productos alimenticios incautados no son aptos para el consumo humano, resaltando la gravedad de la situación y la necesidad de una acción rápida y contundente por parte de las autoridades competentes.