El Banco Mundial informa que la región de América Latina y el Caribe experimentó una desaceleración económica en 2023, alcanzando un crecimiento del 2,2%, la mitad de la tasa registrada en 2022.
A pesar de la inflación elevada, condiciones financieras restrictivas y eventos climáticos adversos, se espera un ligero repunte del 2,3% en 2024, según el último informe económico.
El informe destaca que Brasil y México superaron las expectativas en producción agrícola, consumo privado y exportaciones en 2023, contribuyendo a un crecimiento regional un 0,7% por encima de las proyecciones anteriores. Sin embargo, otras economías clave como Argentina, Colombia y Perú experimentaron un crecimiento más débil de lo esperado.
A pesar de la revisión al alza en las previsiones de crecimiento para 2024, el Banco Mundial advierte sobre los posibles impactos negativos en el crecimiento debido a la política fiscal y subraya la importancia de la reducción de tasas por parte de los bancos centrales para impulsar la inversión.
El pronóstico para 2025 se ajusta ligeramente a la baja, del 2,5% al 2,4%, señalando los efectos retardados del ajuste monetario pasado. Se espera que la inflación en la región se desacelere hacia finales de 2024, abriendo la posibilidad de un repunte en la inversión en 2024 y 2025.
El Banco Mundial destaca la influencia positiva de la demanda externa, impulsada por mejores expectativas de crecimiento en Estados Unidos, y prevé efectos limitados de la rebaja del crecimiento en China en los precios de las materias primas.
En resumen, mientras se anticipa una mejora en el panorama económico regional, persisten desafíos significativos, destacando la importancia de las políticas monetarias y fiscales para estimular el crecimiento en los próximos años.