El arzobispo de Puebla recordó que esta celebración es por el nacimiento de Jesús, no por motivos superficiales
En una noche llena de fe y tradición, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, presidió la misa de las vísperas de Navidad en la majestuosa Catedral de Puebla, el pasado 24 de diciembre. La celebración reunió a cientos de familias poblanas para conmemorar el nacimiento de Jesús, uno de los eventos más significativos de la fe católica.
“Hoy toda la iglesia está de fiesta, este día marca la historia de la humanidad, del antes y el después de Cristo, del antiguo y el nuevo testamento. El ambiente de fiesta es por el nacimiento de Jesús”, expresó el arzobispo durante su homilía.
Acompañado de devotos que llevaron en brazos a su Niño Dios, Sánchez Espinosa destacó la importancia de priorizar las tradiciones católicas, recordando que la Nochebuena y Navidad son celebraciones religiosas que invitan a reflexionar sobre el verdadero sentido de estas fechas.
“Aquí en Puebla, como en todo el mundo, la Navidad tiene un significado muy especial entre las familias, y así debe conservarse, como una fecha en la que se conmemora uno de los hechos más importantes de la historia religiosa”, señaló. Además, invitó a los fieles a realizar en familia la tradicional “acostadita” de Jesús antes de la cena o el brindis navideño, para mantener viva la espiritualidad y el simbolismo de la Navidad.
La misa concluyó con un emotivo concierto ofrecido por los Niños Cantores de Puebla y el tradicional arrullo y acostadita del Niño Dios, en el que participaron los fieles congregados. Esta celebración fue un recordatorio del significado profundo de la Navidad, que, como expresó el arzobispo, “se celebra desde el corazón, más allá de los actos superficiales como regalos o festividades externas”.
Con este mensaje de unidad y fe, la Arquidiócesis de Puebla reafirma su compromiso de mantener vivas las tradiciones religiosas que unen a las familias poblanas en estas fechas tan significativas.