Dos activistas pertenecientes al grupo “Riposte alimentaire” llevaron a cabo un acto de protesta peculiar al arrojar sopa al icónico cuadro de la Mona Lisa, obra maestra del siglo XVI creada por Leonardo da Vinci.
A pesar de la conmoción generada por este acto, la pintura, resguardada tras un cristal a prueba de balas, parece no haber sufrido daños significativos. Las autoridades del museo actuaron rápidamente, desplegando pantallas negras para proteger la integridad del arte antes de evacuar a los activistas de la sala.
En un video que circula en redes sociales, los manifestantes, vestidos con camisetas que llevan el mensaje “Riposte alimentaire” (“respuesta alimentaria”), expresan su demanda por una “alimentación sana y sostenible”. Frente a la Mona Lisa, destacaron la necesidad de abordar las problemáticas en el sistema agrícola, proclamando que “nuestro sistema agrícola está enfermo”.
Este incidente se enmarca en una serie de protestas en la capital francesa, donde agricultores han manifestado su descontento por el aumento de los costos del combustible y la complejidad de las regulaciones. El viernes pasado, bloquearon carreteras clave de entrada y salida de París, intensificando así su llamado a la atención sobre las dificultades que enfrentan en el sector agrícola.
Las autoridades del Museo del Louvre y las fuerzas de seguridad están investigando el incidente, mientras que la ciudad de París continúa siendo escenario de tensiones relacionadas con las demandas de los agricultores en los últimos días.