La medida afecta a Afganistán, Irán, Libia, Sudán y Yemen, entre otros, y también limita parcialmente la entrada desde Venezuela
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este miércoles una proclamación que prohíbe la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 12 países, restableciendo una de las medidas más controvertidas de su primer mandato. La prohibición de viajar a Estados Unidos afecta a Afganistán, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Myanmar, Somalia, Sudán y Yemen. La medida, que entra en vigor el lunes a las 0.01 horas, también limita parcialmente la entrada de personas procedentes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
“Debo actuar para proteger la seguridad nacional y los intereses nacionales de los Estados Unidos y su pueblo”, afirma Trump en su proclamación. A principios de semana, Trump responsabilizó a las políticas de inmigración del expresidente Joe Biden del atentado de Boulder. El sospechoso de cometerlo era de Egipto, que no figura en la lista, y había entrado en Estados Unidos con una visa de turista.
“Durante mi primer mandato, restringí la entrada de ciudadanos extranjeros en Estados Unidos, lo que impidió con éxito que las amenazas a la seguridad nacional llegaran a nuestras fronteras y tuvo el respaldo del Tribunal Supremo”, escribe Trump en su orden.
La primera prohibición de viajar impuesta por el presidente republicano se promulgó en 2017 y prohibía la entrada a Estados Unidos a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. Tras varios recursos judiciales, la orden se modificó hasta que el Tribunal Supremo confirmó una versión en 2018. La orden inicial generó caos y confusión. A los viajeros de esos países se les impidió embarcar en sus vuelos con destino a Estados Unidos o fueron detenidos en los aeropuertos estadounidenses tras aterrizar. Entre ellos había estudiantes y profesores, empresarios, turistas y personas que visitaban a amigos y familiares.
“Estados Unidos debe garantizar que los extranjeros admitidos y los que ya se encuentran en Estados Unidos no tengan actitudes hostiles hacia sus ciudadanos, su cultura, su Gobierno, sus instituciones o sus principios fundacionales, y que no defiendan, ayuden o apoyen a terroristas extranjeros designados u otras amenazas para nuestra seguridad nacional”, indica.
La lista es el resultado de un decreto dictado por Trump el 20 de enero, el día de su regreso a la Casa Blanca en la que se exigía a los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional, así como a la directors de Inteligencia Nacional, que elaboraran un informe sobre las “actitudes hostiles” hacia Estados Unidos y sobre si la entrada de ciudadanos de determinados países representaba un riesgo para la seguridad nacional.
Trump también ordenó al secretario de Estado, Marco Rubio, que, en coordinación con otros altos cargos, identificase los países de todo el mundo cuya información de investigación y selección a la hora de conceder visados “es tan deficiente que justifica la suspensión total o parcial de la admisión de nacionales de esos países”, explica. Tras completar ese proceso, Rubio determinó que varios países siguen presentando deficiencias en materia de selección y control.
“Muchos de esos países también se han aprovechado de los Estados Unidos al explotar nuestro sistema de visados y al no aceptar, históricamente, la repatriación de sus nacionales expulsables”, argumenta Trump.
La prohibición de entrada en Estados Unidos estará vigente hasta que los países subsanen sus deficiencias o se corrijan las causas con las que Trump justifica sus vetos y limitaciones, que se detallan en la orden, país por país.