La actividad industrial de China se desaceleró en abril tras dos meses consecutivos de expansión, en un contexto marcado por el recrudecimiento de la guerra comercial con Estados Unidos, revelaron este miércoles datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
El índice de gestión de compras (PMI), considerado un barómetro clave de la producción industrial, se situó en 49 puntos, por debajo del umbral de 50 que marca la línea entre expansión y contracción económica. Esta cifra representa una disminución frente al 50.5 registrado en marzo —el nivel más alto en los últimos 12 meses— y también quedó por debajo de las expectativas de los analistas, que proyectaban una lectura de 49.7, según una encuesta de Bloomberg.
El debilitamiento del PMI coincide con la entrada en vigor, este mes, de nuevas tarifas estadounidenses de hasta 145% sobre diversos productos chinos. En respuesta, el gobierno chino impuso aranceles de hasta 125% a las importaciones provenientes de Estados Unidos, intensificando así las tensiones comerciales bilaterales.
“El PMI cayó en abril afectado por factores como una base elevada por la rápida expansión industrial en febrero y marzo, y un fuerte cambio en el entorno externo”, explicó Zhao Qinghe, estadístico de la Oficina Nacional de Estadística.
Expertos advierten que este conflicto arancelario podría tener implicaciones económicas significativas. “El débil PMI de abril fue provocado por la guerra comercial”, afirmó Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management. “Los datos macro en China y Estados Unidos se debilitarán más porque la incertidumbre en la política comercial atrasará las decisiones empresariales”, añadió.
Economistas también advierten que la prolongación de estas tensiones podría frenar el crecimiento de las empresas, elevar los precios al consumidor y desencadenar una posible recesión a nivel global.